El Mundo Nórdico (Mundo Imagen)

El Mundo Nórdico (Mundo Imagen)
Un duende de la oscuridad del bosque

sábado, 26 de marzo de 2011

Nota importante

A LA MARCHA ANTITAURINA EN QUITO

IMAGINARIOS TAURINOS Y ANTITAURINOS EN QUITO*

El toro tiene su significación mitológica en las culturas primordiales; y desde la mitología mediterránea europea (persa, babilónica, griega e ibérica) constituye un animal venerado, idolatrado y mistificado por su relación con la fuerza, la fertilidad, el rayo, la tormenta y la lluvia o la representación de las fases lunares; en tanto, desde la mitología judeo-cristiana y católica, constituye una “representación diabólica”, de tradición bárbara y pagana, lo que reafirma su condición “animal”, inferior y salvaje frente al ser humano supuestamente “superior” y dotado de pensamiento, sentimiento y “razón”.

Es necesario señalar que el toro que “se utiliza” en la tauromaquia, es un “toro bravo” construido de manera lenta, sistemática y a veces con intervención genética, para actuar en las ferias, torneos, corridas y otras “fiestas taurinas” que desde la Edad Media, terminaron afirmándose en la península ibérica y en la posterior Monarquía y República Española, hecho que no sucedió en otros territorios europeos, en especial del área mediterránea.

Para sus “amantes”, la tauromaquia es considerada “un arte” una verdadera “poética” y hasta “una estética”, por toda la “carga simbólica” que ella conlleva. Sin embargo, a la tauromaquia en términos generales se la puede considerar como un verdadero ritual premeditadamente ideológico, cargado de intencionalidad y para ciertos sectores, como la expresión remanente del maniqueísmo ideológico religioso que estigmatiza y establece diferencias insalvables entre “el bien y el mal”, entre “la vida y la muerte”, “entre lo luminoso y lo oscuro”; además de constituir para sus defensores, un acto de valentía de ciertos super- héroes (“matatoros”) que se juegan la vida, al enfrentarse a un animal cuyas características son de bravura y comportamiento de “naturaleza instintiva”, convirtiendo al acto taurino en una verdadera metáfora de supremacía del “mundo civilizado”, frente a aquel bárbaro y “salvaje” de culto y veneración a la naturaleza “aun no dominada”; cosmovisión atrasada y pretendidamente "remanente de los pueblos primitivos” .

En lo que se refiere al imaginario contemporáneo de los ecuatorianos frente la tauromaquia, este aparenta cada vez más y de modo progresivo, ser de rechazo y es muy posible en poco tiempo, la implementación de una consulta popular para su abolición a pesar de la complicidad del gobierno municipal por evitarlo; asistiríamos entonces a un escenario inédito para pensar en su resignificación desde ángulos sociales, históricos, ecológicos y multiculturales, puesto que en sondeos previos, la mayoría de la población quiteña, lo considera como un “acto cruel”, tanto para los seres humanos que actúan y observan, amén de los animales que en este acto violento intervienen y son torturados; imaginarios que son coherentes con el interés de la población mundial sobre las especies animales y la situación de la naturaleza en general, en especial ante el fenómeno de cambio climático del planeta.


Una recuperación de este imaginario colonialista se efectuará en los primeros años de la década del 60, a tal punto que Quito y su “Feria Jesús del Gran Poder” fue enarbolada por la alianza católico, quiteñista, hacendaria, ante el avance peligroso del “comunismo internacional” bajo el mal ejemplo de la “revolución cubana” para las juventudes revolucionarias ecuatorianas de la época y, fue desde entonces promovida como de “las mejores de América”, debido a la presentación de “toreros de gran renombre”, haciéndola coincidir con el fortalecimiento del imaginario “colonial y castizo” de “Fundación de la Muy noble y Muy leal San Francisco de Quito, el 6 de diciembre de 1534”, en acuerdo con la difusión del credo católico pretendidamente “civilizatorio”, implementado por la corona española.

A la discusión contemporánea, entre “fiesta” y “matanza “se la puede interpretar como parte de la discusión de los imaginarios mundiales contemporáneos entre quienes sostienen el apego o “veneración por la naturaleza” como matriz primordial de las sociedades indígenas o nativas y la de aquellos que propugnan “la modernidad”, denotando en los sectores de mayor conciencia biocultural y proyección biopolítica, un pretexto de verdadera crítica al canon euro y antropo-centrista y/o “especista” (el ser humano como única especie evolucionada) este úlitmo proveniente de la llamada "sociedad de occidente" (verbigracia mitología judeo-cristiana) así como símbolo de la permanencia de una ideología capitalista que presume de “globalizada”, universalista y “a tono con el progreso tecnológico” de los “países más desarrollados” del orbe.
Fuente Consultada: Buhoandino
Autor: Diego Velasco (Catedrático Universitario)

No hay comentarios:

Publicar un comentario