Con su Majestad al poder, el grito ya es de todos. Si no se trata de pelea se trata de prepotencia. Mientras la gente no sabe qué hacer con la inseguridad y la delincuencia. Los gritos ente Nebot y Correa no tienen fin. Si esa braveza se utilizará para el bien. Nuestro país sería el más seguro y la población sería feliz como la lombriz. Al discutir sin sentido no se llega a ningún lado, Correa no entiende eso para mala suerte encontró en Nebot su complemento de prepotencia; mientras estemos inmersos en esta lucha de gritos no tendremos una verdadera seguridad. Aquí en el Ecuador debe existrir una lucha contra la prepotencia primero, solo venciendo eso podremos tener una verdadera convivencia
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