Nace en 1954 en Otavalo, Ecuador. Realiza estudios en el Colegio de Artes Plásticas Daniel Reyes, San Antonio de Ibarra; Facultad de Artes, Universidad Central del Ecuador y Corcoran University School, Washington D.C.
Jorge Perugachy es otavaleño. De allá del norte, de donde al
parecer se robó los colores que ha impreso en sus cuadros, y
tomó prestado las imágenes religiosas de la ciudad, y a su
gente, mezcla de razas y culturas. Pero en Perugachy hay
también algo de cosmopolita. De citadino y moderno. Tal vez sea
por eso que su obra es una mezcla entre lo de ayer y lo de
hoy.
parecer se robó los colores que ha impreso en sus cuadros, y
tomó prestado las imágenes religiosas de la ciudad, y a su
gente, mezcla de razas y culturas. Pero en Perugachy hay
también algo de cosmopolita. De citadino y moderno. Tal vez sea
por eso que su obra es una mezcla entre lo de ayer y lo de
hoy.
Definitivamente, lo que está detrás de su pintura es una
modernidad barroca. Porque sus cuadros son contemporáneos.
Imágenes vivas llenas de color y movimiento, pero al mismo
tiempo estampas invadidas de una magia prehispánica.
modernidad barroca. Porque sus cuadros son contemporáneos.
Imágenes vivas llenas de color y movimiento, pero al mismo
tiempo estampas invadidas de una magia prehispánica.
La fuente está en sus valores vernáculos, con los cuales ha
podido estructurar una serie de formas volumétricas a las que
se aplica una riquísima gama cromática. Otra vez. Lo nuevo y
lo viejo. La técnica aprendida allá lejos, en una escuela de
Bellas Artes de los Estados Unidos. Y las formas de mujeres andinas, de esas que vio desde niño en las calles de Otavalo.
podido estructurar una serie de formas volumétricas a las que
se aplica una riquísima gama cromática. Otra vez. Lo nuevo y
lo viejo. La técnica aprendida allá lejos, en una escuela de
Bellas Artes de los Estados Unidos. Y las formas de mujeres andinas, de esas que vio desde niño en las calles de Otavalo.
Con su serie Ausencia, Vírgenes del Sol y Mujeres Andinas, Jorge Perugachy nos muestra la esencia del indigenismo, donde el eje central es el universo femenino. La muestra permanecerá abierta todo este mes en el Museo de Arte Moderno.
Temática
La obra del artista es un homenaje a este género que ha durado más de 25 años, pues como mencionara el mismo Perugachy, “es un tributo a la belleza de la mujer indígena”.
La obra del artista es un homenaje a este género que ha durado más de 25 años, pues como mencionara el mismo Perugachy, “es un tributo a la belleza de la mujer indígena”.
Cada una de las series, por ejemplo en las Vírgenes del Sol, refleja no solo una realidad histórica y social, sino la proyección de una imagen sensual con la ingenuidad y virginidad de la mirada. Su obra es sincera y serena que no necesita una interpretación “intelectualoide”, dice, pues “el mundo es demasiado complejo como para dificultarlo con interpretaciones inútiles”.
Obras
Todas sus series tienen algo que contar. Ausencia es un estudio de años, que pretende ante todo mostrar la emoción de la separación, de la migración, del abandono. En Mujeres Andinas se aprecia la rica herencia de las culturas andinas de América, donde surgen símbolos tan míticos y reales como el maíz, o donde se muestra la riqueza. Sus obras reflejan “las voces de sus ancestros” y donde el sincretismo no pierde vigencia y más bien se acentúa en los detalles barrocos del trazo y la cromática.
Todas sus series tienen algo que contar. Ausencia es un estudio de años, que pretende ante todo mostrar la emoción de la separación, de la migración, del abandono. En Mujeres Andinas se aprecia la rica herencia de las culturas andinas de América, donde surgen símbolos tan míticos y reales como el maíz, o donde se muestra la riqueza. Sus obras reflejan “las voces de sus ancestros” y donde el sincretismo no pierde vigencia y más bien se acentúa en los detalles barrocos del trazo y la cromática.